Saturday, 5 December 2015

La Siguiente Navidad

El espíritu de navidad ya anuncia con esplendor, la ansiada navidad,  en este elegante y bien decorado hogar para la tercera edad, de la ciudad donde vivo.
Miro por doquier y veo grandes pasillo con cillas caminadoras a lado y lado de la pared que llevan al gran salón de cómodos sillones amarillos donde reposan ancianitos a la espera de la cantata que anuncia navidad.  Blancas cabezas que contrastan con las negras y elegantes ropas de aquel coro de hombres,  que calculo será una década menor  de los que los observan. Atentamente alineados, esperan la señal del director de orquesta para empezar su presentación.  Por primera vez siento que soy muy joven en medio de aquellos,  que esperan el concierto listo a comenzar.
A pesar de que este sitio esta hermosamente decorado para navidad, siento en el ambiente el cansancio y la soledad  de muchas de las personas que esperan; el anunciado concierto y la inadvertida muerte que prontamente tocara sus blancos aposentos.
Con ansias busco  pequeñas figuritas bulliciosas  corriendo  por doquier,  a aquellos adolecentes diferentes a los que atienden las mesa diciendo abuel@,  las jóvenes rostros  tal vez de aquellas nueras o yernos que incrementaron una vez en  número sus familias. Aquellas hijas o hijos a los cuales ellos un día dieron vida;   rieron y lloraron sus triunfos, prepararon los humeantes pastelillos en una tarde de domingo y velaron sus sueños o sus largas ausencias.  Pero tristemente lo único que encuentro son sus solitarias cabecitas blancas, cuerpecitos encorvados que una vez fueron hermosamente erguidos y que hoy  muestran sus cansados años de arrugados rostros y ropas cuidadosamente llevadas.

Deseo con anhelo equivocarme y en lugar de la soledad que presiento, imaginar que  ellos viven plenos y felices en su mundo de hoy, trato de imaginar que no extrañan a sus hijos o que muchos no los tienen y que diferente a extrañar el bullicio de nietos o bisnietos, disfrutan las tardes de quietud y soledad en aquellos elegantes salones del lugar. Imagino que lo que presiento no es como lo presiento y por el contrario, ellos esperan con ansias la siguiente navidad,  adornada de grandes festones rojos. Esperan este día sentados en primera fila,  a aquellos hombres de elegantes sacos negros que alegraran con sus cantos esta tarde, que anuncia  navidad.

No comments:

Post a Comment

Note: only a member of this blog may post a comment.